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27 de abril de 2015

Arroz caldoso con gambones


Hoy os traigo una receta de esas que se te quedan en el paladar durante mucho tiempo, que "babeas" cada vez que recuerdas ese sabroso bocado, ese olor...bueno bueno ya paro, que me esta entrando un hambre...

Esta semana traemos un delicioso arroz caldoso con gambones, uno de esos platos que te decides a hacer contra viento y marea y pese a los precios escandalosos del pescado fresco de Irlanda. Prometo que el resultado es increíble, si te quedas lo descubrirás por tí mismo!

Ingredientes (para 4 raciones)

aceite de oliva
1 cebolla
2 ajos
1 tomate grande
1 pimiento
8 gambones
500 gr de mejillones
320-350gr de arroz redondo
ñora o pimiento seco triturado
azafrán
laurel
pimienta
sal


Ponemos en una sartén o wok aceite de oliva y añadimos en primer lugar la cebolla y los ajos trozeados. Cuando esté blando añadimos el pimiento y mas tarde el tomate. Rehogamos durante 10 minutos a fuego lento hasta que todos los ingredientes se mezclen.

Yo prefiero batir todas las verduras rehogadas para extraer el máximo sabor en el arroz. Una vez trituradas, lo devolvemos a la sartén junto con el arroz, y lo mezclamos todo (sin echar de momento ni agua ni caldo) durante 5-10 min. Aderezamos también con un poco de ñora si tenéis (si no podeis reemplazarlo con un poco de pimentón dulce), azafrán, pimienta y sal.

Pelamos los gambones y NO tiraremos las cabezas ni las cáscaras de la gamba. En su lugar, las lavamos y en una pequeña sarten con un poco de aceite de oliva lo freiremos, machacando las cabezas hasta que cojan un tono dorado. Cuando ya estén fritas, las retiramos y lo machacamos con un mortero, para extraer todo el jugo posible. Finalmente, añadimos unos 400 ml de agua muy caliente para obtener un jugo de gamba que añadiremos posteriormente a nuestro arroz, asegurándonos con un colador  que no pase ninguna cascara.

Lavamos los mejillones bien y en unos 200-250 ml de agua los ponemos a cocer durante 8-10 min aprox. (Ponemos la tapa para que vapor vaya abriendo todos los mejillones). Una vez que todos estén abiertos, separamos los mejillones del caldo y también lo colaremos para añadirlo al arroz.

Añadimos tanto el caldo de los mejillones como el de la gambas a nuestro arroz, y echaremos además un vaso de agua para que nos quede mas caldoso. El truquito para controlar la cantidad agua-arroz es subir o bajar el fuego si queremos que el caldo se consuma con mayor o menor rapidez. Poniendo una tapa también conseguiremos que el caldo no se evapore y el arroz quede caldosito.

Cortaremos los gambones pelados en tres trozos  y los añadiremos 3 min antes de apagar fuego, a la vez que los mejillones, ya que necesitan muy poca cocción.

Cocemos durante 15-20 min hasta asegurarnos que el arroz este al dente. Apagamos el fuego y ponemos un paño limpio por encima de la sartén otros 5 min.


Como veis, el arroz esta para no dejar ni un grano en el plato! el caldo tiene un sabor espectacular y los gambones estaban para llorar! (hay que decir también que se suma mi gran ayuno pescadero...)

¿Y a vosotros como os gusta el arroz caldoso / paella? Espero vuestro comentarios mientras me pongo las botas!! :P









22 de abril de 2015

Banana bread

Hoy os voy a enseñar como hacer un tipo de pan un tanto especial. Digo especial porque para mi, más bien, es un bizcocho que un pan. Pero bueno, juzgad vosotros mismos.
Si eres un amante del plátano querrás probarlo, y sino también (ya solo por el simple echo de decir que has comido este inusual pan). Hacedme caso.
Lo descubrí hace poco. A primera vista no sabía exactamente de lo que se trataba (con esto me refiero a los ingredientes que pudiese contener). Pero su olor y su suave textura lo delataba, o eso creía.Yo dije que era un bizcocho de plátano! Y me respondieron que no, que era banana bread (o lo que es lo mismo, pan de plátano). Me quedé con una cara... un tanto sorprendida. Pensé yo: como va a ser eso un pan?? Pues si, lo era.


De camino a casa no era capaz de imaginar el "banana bread" mojado en una buena salsita o en una tapa de tortilla, etc. No era uno de los panes que estaba acostumbrada a ver.
Al llegar, me preparé una taza de café y me puse a buscar recetas. Quería hacerlo en casa. Su elaboración parecía fácil. El sabor y la esponjosidad que tenía, me había encantado. Aunque os voy a ser sincera, el plátano no es una de mis frutas favoritas ni mucho menos, lo como porque lo como. Sin embargo, aunque este pan se haga con ellos, es un empezar y no parar.
Después de una búsqueda exhaustiva, encontré unas cuantas. Me decanté por la siguiente:


Ingredientes:
285 gr de harina
1 cucharadita de bicarbonato
1 cucharadita de extracto de vainilla
Media cucharadita de sal
110 gr de mantequilla pomada
225 gr de azúcar
2 huevos
4 plátanos maduros
85 ml de buttermilk*
*(Si no os acordáis que es o como se hace el buttermilk, en la receta de los Scones podréis encontrarlo).

Preparación:
1- Precalentamos el horno a 180ºC.
2- Tamizamos la harina, el bicarbonato y la sal en un bol. Reservamos.
3- En otro recipiente diferente, batimos la mantequilla junto con el azúcar hasta que nos quede blanquecino.
4- En un plato y con la ayuda de un tenedor, aplastamos los plátanos hasta conseguir una especie de puré.
5- Añadimos los huevos, el buttermilk, el extracto de vainilla y el puré de plátano en el recipiente donde está la mantequilla. Lo mezclamos todo.
6- A continuación, incorporamos la mezcla de la harina y removemos muy bien.
7- Ponemos papel de horno en un molde alargado (si no tenéis, utilizar otro cualquiera) y echamos la masa. Lo dejamos cocer durante aproximadamente una hora (comprobamos que está listo si al pincharlo con un palillo éste sale seco).
8- Lo desmoldamos con cuidado y lo dejamos enfriar sobre una rejilla.


La receta es sencilla. Yo os recomiendo que lo hagáis, aunque solo sea por probarlo.
Sinceramente no me lo comería todos los días (la mantequilla, entre otros ingredientes, lo que es muy sana no es) pero podéis prepararlo cuando tengáis unos cuantos plátanos maduros. Que no sabéis que hacer con ellos? Pues yo os doy esta idea. No se puede tirar nada.
Para una merendola con tus amigos es idóneo. Eso sí, aseguraos de que les gusten los plátanos porque su sabor es imposible de camuflar.
Con tantos "peros" que digo sobre el, vais a pensar que es incomible. Para nada, a mi me gustó mucho. Me lo comí solo, sin acompañamiento. Y si tuviese que comérmelo con algo, elegiría algo dulce. Como por ejemplo con un chocolate caliente, con crema de avellanas...

Hay bizcochos elaborados con esta fruta pero no se cual es la diferencia entre ellos. Para mi son los mismo. Yo sigo con mi teoría de que esto de pan no tiene nada.
Vosotros sabéis cual es la diferencia?? Así aclaráis mis dudas :)


Que tengáis buena semana!

Un beso,

Ana

17 de abril de 2015

Pasta al horno



Buenas tardes chicos!! Qué gusto ver que los dias cada vez son maas largos y calurosos...por lo menos por estas tierras si que hemos guardado ya la bufandas y los guantes, aunque no hay nadie que se quite el abrigo todavía!

Esta semana os traigo una receta muy sencilla y que seguramente todo habréis probado alguna vez que otra...la maravillosa pasta al horno. Sin embargo, debo confesar que es mi primera vez! (sí, yo tampoco lo entiendo...). Cada día  me estoy acostumbrando mas a utilizar el horno en lugar de las cacerolas, un poco por pereza y un poco porque en Irlanda la luz es mas barata que en España jiji

¿Os pasáis a verla?

14 de abril de 2015

Bollitos preñaos

Seguro que muchos de vosotros habéis oído hablar o probado alguna vez los bollos preñaos. Si no es así, estáis de suerte, vais a conocerlos.
Se trata de una pieza de pan alargada rellena normalmente de chorizo y panceta. Típicos de algunas zonas del norte de España, como Asturias, Cantabria...
Los de hoy no son los originales, porque estos son pequeñas bolas rellenas de chorizo y otras rellenas de pavo y queso. Ya los conocéis, así que os presento a los bollitos preñaos.


Cuando era pequeña, mi abuela "cocía" (no se si el acto de hacer pan recibe este nombre en todos los sitios) una vez cada dos meses, más o menos. Aprovechaba las juntanzas familiares para hacer esta tan larga y dura tarea. Mis primos y yo esperábamos ese día como agua de mayo. Para nosotros era como una gran fiesta. Nuestras madres hacían pan, distintas empanadas y los tan ansiados bollos preñados. A veces, los más mayores ayudábamos a hacerlos (a lo mejor solo colocando la berza debajo, pero lo importante era participar).
Una vez "tendían el pan" (otra jerga) y lo metían en el horno, preguntábamos cada cinco minutos si ya estaban listos o no. Pasada una hora y pico, veíamos sacar la hornada y como la llevaban a la cocina. Saltábamos impacientes para saber quien era el primero en reconocer su bollo preñao.
Una vez hecho el reconocimiento, (en ocasiones no los distinguíamos y acabábamos peleándonos) los dejábamos enfriar unos minutos y los comíamos rápidamente.
Aún recuerdo esos momentos, ese olor a pan recién hecho, esas empanadas de manzana, de atún y de panceta, esa torta de nata y azúcar que tanto me gustaba, y como no, eses bollos con chorizo en el medio. Que morriña me está dando!

10 de abril de 2015

Guinness Irish Stew, Reto #entrelibrosandaelguiso,



 Hola a todos!

Llega Abril y con él uno de los eventos que más me gustan en el año: la feria del libro. No sé por qué pero me encanta ojear sobre todo libros de segunda mano en cualquier mercadillo, ese olor a papel y el intercambio de historias que guardan.

Por eso cuando ví el reto de este mes de la Cocina Typical Spanish me emocioné muchísimo que se mezclaran dos de mis grandes pasiones: la literatura y la cocina. Eligiendo un libro de literatura o novela, teníamos que cocinar un plato que se mencionase en él.

8 de abril de 2015

Berenjenas rellenas

Un día, una amiga nos invitó a cenar a su casa. Cada uno tenía que llevar algo. Adoro este tipo de cenas en las que todo el mundo colabora y te ahorras un pastón.Yo me encargué del postre (hice un experimento y no tuvo mucho éxito). Otra llevó guacamole y nachos, otro una crema de verduras, empanada de jamón y espinacas, etc. En fin, había comida para un regimiento. 
Al llegar a casa, mi amiga Alba estaba preparando una especie de sofrito. Me quedé pensando: que saldrá de ahí? Y veo que saca del horno unas berenjenas. Ahora si que si, era obvio: estaba haciendo berenjenas rellenas.

Colocamos la comida encima de la mesa. Todo tenía una pinta estupenda (mis amigos cocinan muy bien). Empezamos a picotear mientras esperábamos por las berenjenas. Alba se levantó a cogerlas del horno y las puso en la mesa. Cuando las vi con aquel queso gratinado...casi casi me lanzo a la bandeja. Estaban buenísimas no, lo siguiente (tengo que decir que me encantan las verduras). Las había probado hace años pero no se porque nunca las había hecho en casa. 

No soporto tirar comida, por eso para la receta de hoy decidí utilizar alguna verdura que se estaba empezando a poner mala en la nevera. Para mi es muy importante el tema de reciclaje en la cocina. Puedes hacer autenticas virguerías con ingredientes que crees que no "pegan" para nada. Simplemente es cuestión de echarle imaginación.
Yo lo hago a menudo. Que me sobra pescado, pues al día siguiente haces una sopa o un salpicón. Carne? Pues un guiso, albóndigas... 
En esta ocasión utilicé una coliflor que estaba bastante mustia y un par de espárragos que me habían sobrado del día anterior. 
Pensareis vosotros: coliflor con berenjena?? Pues bien rica que está. Mira lo que necesitas para hacerlas.


Ingredientes:
Una berenjena
300gr de carne picada de ternera
1 cebolla
1 puñado de guisantes
1 tomate
Media coliflor
Media guindilla 
2 dientes de ajos
Aceite
Sal y pimienta

Preparación:
1- Cortamos la berenjena a la mitad (a lo largo) y le hacemos unos pequeños cortes en la superficie, sin que llegue a tocar la piel. La metemos en el horno durante aprox.20 minutos a 180ºC.
2- En una olla, echamos un chorro de aceite y a continuación los ajos laminados. Cortamos en trozos pequeños la cebolla, la coliflor, el tomate y la guindilla. Los incorporamos y también los guisantes. Removemos y rehogamos. 
3- Sacamos las berenjenas del horno. Con mucho cuidado, sin romper la piel, las vaciamos con la ayuda de vaciador de verduras y las echamos en la olla. Reservamos las dos cascaras de la berenjena.
4- Después añadimos la carne picada y sal-pimentamos. Ponemos a fuego bajo.
5- Cuando veamos que el sofrito está listo. Cogemos las dos mitades de la berenjena y las rellenamos. Las metemos al horno durante 15 minutos.


Me salieron riquísimas pero la verdad es que le faltaba un toque de queso gratinado (no lo tenía en casa) para que estuviesen perfectas. Para decorar el plato use crema de vinagre de módena y una cucharada de queso Philadelphia mezclandolo con unos cuantos guisantes.
Ahora las hago a menudo. Es una comida sana y muy contundente. Incluso puedes prepararla el día anterior para el día siguiente. Puedes elegir tus ingredientes favoritos porque todo le queda bien.
No se que utilizar en las siguientes que haga. Recomendaciones??

NOTA: La propia berenjena siempre me sale un poquito dura, os suele pasar?


Un besito,

Ana

3 de abril de 2015

Tarta Red Velved con cobertura Fondant


Aunque la tarta Red Velvet sea la última tendencia en repostería, en realidad su origen se remonta a los años 40 y 50 en EEUU. Su inconfundible color rojo la hace muy atractiva visualmente y su sabor aterciopelado derriten a cualquiera.

Pero volviendo al siglo XXI, y encontrándome con un reto tan complicado, sobre todo por los ingredientes (es muy difícil dar con el correcto colorante que deje ese color rojo intenso), decidí probar con una de esas mezclas preparadas que se venden en los supermercados; en mi caso elegí la marca Betty Crocker, Red Velvet Cake mix. Queréis saber mis opinión y resultado?